Los procedimientos en la antigüedad iniciaron siendo orales, sin embargo, para generar constancias de lo ocurrido,
se pretendía documentar mediante escritos, llegando en algunos casos a convertir el proceso en un cúmulo de actuaciones documentales que alejaban al juzgador del conocimiento de los
acontecimientos; ahora, los procesos buscan ser mixtos, con predominancia de la oralidad.
Con la oralidad se busca la concentración de las actuaciones, es decir efectuar un mayor
número de actos procesales en una sola audiencia, procurando la Identidad del juez de instrucción y juez de decisión, de esta forma se promueve que sea el mismo juridicente el que conozca
el material probatorio, generando inmediatez, buscando inapelabilidad de decisiones, evitando tramites entorpecedores
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